También recuerdo con cariño la historia de José Gregorio Nieves y José Gregorio Córdova.
José Nieves me contó cómo le reveló a su familia su orientación sexual diversa a los 20 años. Aunque no tuvo el apoyo de todos sus familiares, contó con el más importante: el de sus padres y hermana. En cambio, José Córdova, al revelarle a su familia que le gustaban los hombres, lo obligaron a salir de la casa a pesar de que apenas tenía 15 años. Así que se fue a vivir con su abuelita, quien se convirtió en su única familia.
Antes de salir de Venezuela, José Nieves tuvo diferentes oficios como auxiliar de laboratorio, servidor público y decorador. Los salarios de estos trabajos le alcanzaban para mantenerse y comer. Por su parte, José Córdoba estudió ingeniería y trabajaba como auxiliar en una clínica.
Cuando se conocieron, ninguno consideraba salir de Venezuela, pero, la situación económica se deterioró y José Nieves tuvo que venirse a buscar otras oportunidades en Colombia en el 2018. Con este cambio inesperado su relación terminó, aunque continuaron comunicándose.
A su llegada, José Nieves tuvo que trabajar en diferentes lugares de Colombia hasta llegar a Bogotá, donde se las ingenió para vender dulces y tintos, pero sin poder cubrir todos los gastos que tenía. Posteriormente, tuvo que ejercer trabajo sexual y fue diagnosticado VIH positivo. Su situación emocional al recibir el diagnóstico se volvió crítica e intentó suicidarse en dos ocasiones. Sin embargo, recobró fuerzas para seguir adelante y emprender su tratamiento. Su experiencia de fortaleza ante la adversidad le abrió las puertas para convertirse en un líder y agente comunitario.
Durante este tiempo, José Córdova empezó a tener dificultades con su trabajo en Venezuela, hasta que decidió renunciar y acordó con José Nieves que se trasladaría a Colombia para construir un futuro juntos. A su llegada, yo lo conocí en Soacha donde pude brindarle apoyo junto con mi equipo para que pudiera regularizar su situación en el país a través del Registro Único de Migrantes Venezolanos, acceder a una canasta de alimentos y obtener asistencia para el pago de su arriendo.
Cuando se volvieron a ver, José Nieves y José Córdova no solo reencontraron el amor, sino la noticia del diagnóstico VIH positivo. La fuerza del amor ganó y decidieron que esto no sería un impedimento para su futuro y seguirán estando juntos.