Grandes, pequeñas, colgantes, con flores y sin ellas, las plantas se han convertido en un referente de decoración y bienestar para el hogar, pues no solo aportan estilo, sino que además ayudan a purificar el aire hasta en un 20 % en recintos cerrados, un dato que sin duda mejora la calidad de vida de las personas.
Jesús Araque, propietario de Arte Jardín, y su socio Alexis decidieron aportar a esta importante tendencia a través del lema “Cultiva vida, cosecha amor”, la base del emprendimiento en el que venden diferentes tipos de plantas y materas para todos los gustos.
“Arte Jardín comenzó en el año 2019, luego de que en un empleo que tuvimos se aprovecharan de nosotros por ser migrantes venezolanos. Con una amiga colombiana que conocía algo de plantas tomamos la idea, empezamos a buscar proveedores y ella se ofreció a prestarnos el capital de inicio. Literalmente, de un día para otro arrancó Arte Jardín, sin conocer mucho pero con todas las ganas de emprender y de salir adelante. Empezamos vendiendo los domingos frente a las parroquias; la gente nos recibía de forma muy amable y además en ese momento nosotros estábamos haciendo la consagración de Lazos de Amor Mariano, entonces teníamos mucha conexión con la Iglesia”, relató Jesús.
En medio del reconocimiento que Arte Jardín había alcanzado entre los feligreses, las oportunidades de expandirse empezaron a aparecer frente a los ojos de Jesús Araque. Luego de contemplar en un centro comercial una feria de emprendedores, surgió en él y su socio la idea de lanzar al mercado un producto novedoso.
“Teníamos buenas ideas. Nos acercamos a preguntar quién era el encargado y empezamos a crear conexiones, lazos, fuimos conociendo personas y empezamos a trabajar para reunir lo necesario para pagar un local y completar una base de mercancía para poder trabajar en centros comerciales. Uno de los primeros en los que estuvimos fue el Altavista en Usme. Estábamos ahí cuando alguien nos habló de la Feria del Hogar, que eso sí fue de hoy para mañana”, sostuvo.
Había un local disponible en la carpa de Expo Indígenas. Este reto les exigió conseguir un préstamo de dinero entre amigos y familiares para poder sumarse al espacio, que requería una mayor inversión.
“Uno de los requisitos principales para que nos aceptaran era tener el registro de la Cámara de Comercio, estar formalizados. Entonces nos tocó correr, de hecho nos dejaron hacer montaje y empezar los primeros días de la feria sin tener la Cámara de Comercio, pero con el compromiso de presentarlo a los pocos días y así fue”, contó.
Jesús es enfático al mencionar que Bogotá es una ciudad con una capacidad enorme para explotar el emprendimiento.
“No hay nada que yo ame tanto como trabajar en esta ciudad, porque para todo hay clientes. La oportunidad surge de tener una idea, buscar la forma, asesorarse, investigar y empezar a trabajarla. Lo más difícil en cuanto al negocio con Arte Jardín ha sido que a raíz de la pandemia, crisis económica y demás, los vendedores informales que venden en los puentes peatonales, afuera de los centros comerciales y en la calle, tienen la posibilidad de vender mucho más económico de lo que uno vende dentro de un centro comercial, porque debemos pagarle a alguien que esté trabajando allí, junto con todos los gastos de operatividad, y eso creó una competencia fuerte y complicada”, recordó.
No obstante, la satisfacción de lograr emprender pese a estos obstáculos le ha demostrado que el camino recorrido ha valido la pena.
“No hay nada más lindo que emprender, es un reto grande porque cuando uno emprende tiene la capacidad de retarse a sí mismo, de proponerse cosas y lo más bonito de todo es que las puede lograr. Hay que trabajar mucho, trabaja uno más siendo emprendedor que siendo empleado, eso es cierto, porque uno trabaja de sol a sol de lunes a lunes sin descanso, pero la satisfacción que deja por dentro es una cosa maravillosa. A mí me hace muy feliz el hecho de que empecé vendiendo los domingos fuera de una iglesia y luego cuando tuve mi primer puesto en un centro comercial fue una felicidad increíble. Emprender es una cosa maravillosa, es un reto que todo el mundo debería asumir”, afirmó.
Jesús relata con emoción cómo su abuela forjó en él el amor por las plantas, una pasión que conserva hasta hoy y que busca compartir con cada uno de sus clientes.
“Siempre hemos querido que Arte Jardín sea una experiencia con la naturaleza. Desde la pandemia nos quisimos enfocar en que a veces solemos salir a los parques, ir al campo y a pueblos para buscar ese contacto con la naturaleza, y creo que no es necesario. Yo soy amante de las plantas, me parezco a mi abuelita, entonces en la casa tengo una cantidad de plantas impresionantes y las cuido. Aparte de que hacen un hogar mucho más bonito y ayudan al medio ambiente, también nos ayudan a tener ese contacto con la naturaleza y a escaparnos dentro de nuestro mismo hogar del estrés y el ajetreo que significa vivir en una ciudad como estas”, sostuvo.
La Cámara de Comercio de Bogotá le dio la oportunidad a Jesús Araque de explotar su talento empírico a través de diversos programas gratuitos que ofrecen. Hoy, Arte Jardín hace parte de la temporada 2023 de la serie web “Soy Empresario”, una recopilación de capítulos que exaltan la labor de emprendimientos con impacto social.
“Nuestro producto lo pueden conocer en Instagram con el usuario @artejardin1. Ahí tenemos una galería gigante y también estamos disponibles vía WhatsApp. Tratamos de explicarle a la gente y entregarles un instructivo de cuidados, enseñarles a las personas cómo cuidar las plantas, porque hay especies que son un poquito más exóticas y difíciles de cuidar, pero no es imposible. Lo importante es enseñarle a la gente para que ellos aprendan a cuidar las plantas, les vaya bien y se sigan enamorando cada día más de las plantas”, concluyó.
*Publicado originalmente en elnuevosiglo.com.co