Estas mismas palabras pueden describir los retos que diferentes organizaciones al rededor del mundo tienen en su trabajo diario con migrantes.
El evento, liderado por el Centro Intégrate de Bucaramanga, fue un ejemplo de ese trabajo de unión. Con hallacas y pan de jamón se pasó del intercambio cultural simbólico al práctico. Estos eventos, así como el compartir los saberes gastronómicos, son importantes para gestionar la unión de todos los ciudadanos, desde migrantes hasta retornados y bumangueses.
Por esto les traemos las recetas de los dos productos que no pueden faltar en diciembre en las casas de los venezolanos, para que los practique en sus hogares y sorprenda a los suyos.
Aunque cada familia le añade su toque personal, estos son los pasos básicos para hacer las hallacas venezolanas:El primer paso es cortar 1 kilo de carne de res, 1 kilo de carne de cerdo y medio kilo de tocino en trozos pequeños.
En un sartén agregue el aceite con achiote y sofría dos ajos machacados, 1 kilo de cebolla, un cebollín, 10 ají dulce y un pimentón. Añada tres cucharadas de alcaparras y cuatro de encurtidos. Dejar cocinar por tres minutos.
Añadir las carnes y el tocino, con comino, orégano y pimienta al gusto.
En este punto se incorporan dos tazas de jugo de tomate, dos tazas de vino tinto y dos litros de agua con caldo de costilla en cubo. La mezcla se cocina por una hora a fuego bajo. Dejar enfriar.
Es el momento de la masa. Vierta los dos kilos y medio de harina de maíz en un recipiente grande junto con el caldo de pollo en cubo. Añada el aceite y el caldo del guiso, amase hasta que esté suave.
Forme 25 bolitas de 100 gramos. Ahora lave muy bien las hojas y corte 50 cuadros de 50×50 centímetros aproximadamente. En el centro de cada una de las hojas, coloque una bolita de masa y extiéndalas hasta que estén finas.
En el centro de la masa, vierta una cucharada de guiso y adorne con cebolla, pimentón, uvas pasas, aceitunas, alcaparras y encurtidos al gusto.
Doble a lo largo la hoja sobre sí misma, para que no se salga el guiso. Amarre con hilo, dándole dos o tres vueltas.
Ponga a hervir agua con sal en una olla grande. Al hervir, ingrese las hallacas, tápelas y espere 30 minutos.
El último paso es sacarlas de la olla, dejar enfriar y lleva a la nevera.
Para comerlas, es necesario calentarlas por unos minutos en ‘baño maría’.
Se trata de una preparación dulce de pan relleno con uvas pasas, jamón ahumado, tocineta y aceitunas.
Para preparar la masa, se mezcla 500 gramos de harina con 6 gramos de levadura, 35 gramos de leche en polvo, 25 gramos de azúcar, 5 gramos de sal, 200 mililitros de agua tibia y un huevo batido.
Una vez mezclados, la masa irá tomando consistencia. Luego se añade 50 gramos de mantequilla a temperatura ambiente. Incorporamos un chorro de aceite en un recipiente para engrasarlo. Ahí lleva la masa, le vierte aceite y se tapa con un trapo limpio. Hay que dejarla reposar por 45 minutos.
Después de este tiempo, se pasa la masa a una superficie plana, limpia y enharinada. Divide en dos la masa en dos y una de las mitades se expande con un rodillo en forma de rectángulo.
Llega el momento del relleno. Se ponen las aceitunas alineadas a un costado del rectángulo para que así queden en el mismo sitio. En el centro de la masa se esparcen las pasas, se pone encima el jamón y las tiras de tocino. En el lado contrario a las aceitunas se hacen unos cortes horizontales, para las tiras decorativas.
Enrolle la masa hacia adentro desde las aceitunas. Cuando llegue a los cortes, se deja de enrollar y se sella el pan con las tiras de masa.
Se repite todo el proceso con la otra mitad de masa que se reservó. Haga pequeños huecos sobre los dos panes con un tenedor, para que entre aire al hornear. Deje reposar por otros 40 minutos.
Con el horno precalentado a 200º C, se ponen los panes sobre una bandeja con papel mantequilla.
Una vez los panes estén dentro del horno, la temperatura se debe bajar a 180º C. Después de 20 minutos se sacan los panes para pincelarlos con un huevo batido y vuelven al horno por otros 20 minutos a 175º C.
Por último, se retira del horno y se deja reposar hasta que el pan esté a temperatura ambiente.