EL VENEZOLANO COLOMBIA
En el marco del Día de la Mujer, se destacan las historias de seis abuelas venezolanas que, ante las adversidades, decidieron dejar su país en busca de un futuro mejor en Colombia.
A pesar de los desafíos que enfrentan, estas mujeres demuestran una admirable fortaleza y determinación para adaptarse a su nueva realidad y seguir adelante con valentía.
A sus 56 años, Ana María Carrasquero enfrenta cada día con determinación y coraje. A pesar de haber sufrido derrames cerebrales y la pérdida de uno de sus hijos, esta mujer se ha convertido en la administradora de un edificio de hospedaje en Bogotá.
Su trabajo arduo y su actitud positiva son un ejemplo de resiliencia ante la adversidad.
Con una sonrisa eterna en el rostro, Misleidys Chávez vende arepas y cigarrillos en las calles de Bogotá. A pesar de las dificultades, esta mujer de 57 años se muestra orgullosa de ser una emprendedora y de poder ayudar a su familia en Venezuela.
Su actitud optimista y su determinación son inspiradoras para quienes la conocen.
A sus 74 años, Josefina Figarella continúa dedicando su vida a ayudar a los demás. Como trabajadora social y orientadora, esta mujer ha dejado un legado de amor y compromiso en su comunidad.
A pesar de los desafíos que enfrenta como migrante, Josefina sigue adelante con una actitud positiva y la esperanza de seguir contribuyendo al bienestar de los demás.
Aisquel Guerra dejó Venezuela en busca de un futuro más seguro para ella y su familia. A pesar de las dificultades, esta abogada de 62 años ha encontrado en Colombia una oportunidad para seguir adelante con sus sueños.
Su compromiso con ayudar a otros migrantes y su determinación son un ejemplo de fuerza y resiliencia.
Nellis enfrenta la vida con valentía y determinación. A pesar de los problemas de salud y las dificultades que enfrenta como migrante, esta mujer de espíritu fuerte sigue adelante con determinación.
Su actitud positiva y su capacidad para encontrar alegría en las pequeñas cosas son inspiradoras para quienes la rodean.
Sobeida Prada sueña con seguir adelante y alcanzar sus metas. A pesar de los desafíos que enfrenta como migrante, esta mujer de 62 años se muestra optimista y decidida a seguir adelante con sus sueños. Su determinación y su actitud positiva son un ejemplo de fuerza y esperanza para todos.
En conclusión, las historias de estas mujeres migrantes son un testimonio de fortaleza, determinación y esperanza. A pesar de los desafíos que enfrentan, demuestran una admirable capacidad para adaptarse a nuevas circunstancias y seguir adelante con valentía. Es importante reconocer y apoyar el valor y la contribución de las mujeres migrantes en la sociedad, y trabajar juntos para crear un mundo más inclusivo y solidario para todos.