Mi nombre es Diana Gómez y, desde que tenía 12 años, mi sueño era ser abogada porque creía firmemente que podría cambiar el mundo. Cuando inicié mis estudios en Derecho, me orienté al Derecho Penal, porque para mí este era el camino ideal para comprender los derechos humanos desde el punto de vista de las víctimas.
Luego de trabajar en la empresa privada y buscando oportunidades laborales, llegué a Red Somos, donde considero que cambió el sentido de mi carrera. Reafirmé, a través del trabajo comunitario, mis convicciones y el por qué soy abogada. Con cada taller, cada atención, cada historia, cada situación difícil que pasaban las personas refugiadas y migrantes LGBTIQ+, aprendí algo nuevo. Recolecté muchas razones para combatir la discriminación y la xenofobia.
Tuve la bendición de ser testigo de la calidad humana de las personas refugiadas y migrantes que hacen parte de la comunidad LGBTIQ+, y estas son algunas de sus historias: